Comenzó a construirse en 1576 sobre el templo inca Amaru Cancha, y se reconstruyó en su totalidad después de un fuerte sismo que afectó a la ciudad en 1650.
De planta en forma de cruz latina, su fachada es de piedra profusamente decorada, tiene dos grandes torres y dos capillas anexas. La arquitectura del templo sirvió de modelo para otros muchos templos que se construyeron en el sur andino.
En la fachada se observa una portada-retablo de tres cuerpos y tres calles, encajonado entre sus dos esbeltas torres campanario, que han servido de modelo para muchos otros templos cusqueños. Las dos torres son lisas y pulidas en su parte inferior, que contrasta con la rica decoración en la parte.
En su interior conserva uno de los más imponentes Altares Mayores de madera de cedro tallada y cubierto de pan de oro, de 21 m de alto.
Alberga destacadas obras de arte como el lienzo del matrimonio de Martín García de Loyola con la ñusta Beatriz Clara Coya, así como una colección de lienzos de la vida de San Ignacio de Loyola.
Su construcción formó parte del complejo del Colegio de la Transfiguración, erigido por los Jesuitas a su llegada al Cusco.
“Simplemente maravilloso!! No hay palabras para describir esta obra de la arquitectura, uno de los mejores ejemplos del barroco andino! Vale la pena visitarla”…
Jose Luis Vazquez Rios
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