Los Jesuitas en Quispicanchi

En 1968  tuvo lugar la reunión del concilio latinoamericano de Medellin. Allí se hizo una lectura de la realidad donde se opta por la preferencia por los pobres. En esos años la Compañía de Jesús define su misión como la promoción de la fe y la justicia. En ese contexto Mons. Ricardo Durand, Arzobispo de Cusco, pide a los Jesuitas fundar una comunidad en Quispicanchi.

En marzo de 1968 se establece la Comunidad Jesuita en Quispicanchi  con los jesuitas José María Isusquiza, Juan Ramón Sánchez – Guardamino y el Hermano Huamaní, encomendándoles las parroquias de los distritos de Urcos, Huaro y Andahuaylillas. Un año después se amplía la jurisdicción eclesiástica incorporando a los distritos de Ccatcca, Ccarhuayo, Ocongate y Marcapata.

Los primeros años se atiende sacramentalmente las parroquias promoviendo una iglesia inculturada con rostro andino. Sin embargo, dado que la provincia de Quispicanchi era una de las más pobres del Perú, surge la inquietud por mejorar la calidad de vida de la gente en todos los sentidos con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de los pobladores para que sean más dignas y humanas.

Es así que en 1971 se funda la Asociación Jesús Obrero  CCAIJO como alternativa de educación popular en oficios que demandaba la población. Se comienzan los trabajos con un pequeño establo, taller de carpintería y electricidad en Andahuaylillas. Luego se extiende esta experiencia de educación popular en Ocongate.

La presencia de los Jesuitas en Quispicanchi, cumple 50 años de mucho trabajo en el mundo andino, particularmente en el mundo campesino, animando la fe con una misión más abierta. Hoy la Compañía de Jesús además de promover una fe inculturada en las parroquias y del trabajo de CCAIJO, promueve la educación a través del colegio Fe y Alegría de Andahuaylillas y de la red rural de escuelas asociadas a esta institución. También promueve el derecho de las personas, especialmente de los niños, niñas y mujeres, a través de la Asociación Wayra. Finalmente es responsable de la Ruta del Barroco Andino, propuesta turística encargada de la restauración, mantenimiento y promoción turística de la zona afín de generar un desarrollo sostenible en la zona.

P.Antonio Sánchez – Guardamino.